SI ERES ESPAÑOL RESIDIENDO EN EL EXTRANJERO Y ESTAS DE ACUERDO CON EL TEXTO DE ESTA CARTA, TE SOLICITAMOS QUE ESCRIBAS TU NOMBRE Y LUGAR EN EL QUE RESIDES EN LA ACTUALIDAD EN LOS COMENTARIOS. GRACIAS
Españoles en el Extranjero con Dignidad.
Estimada Secretaria general de Inmigración y
Emigración, Marina del Corral
Estimada Ministra de Empleo y Seguridad
Social, Fatima Bañez
Una vez que hemos leído sus declaraciones en
donde aduce que la emigración de jóvenes españoles al extranjero no se debe
sólo a la crisis económica, sino a la globalización y "por
qué no decirlo, al impulso aventurero de la juventud", querríamos
aclararle y matizar con unas breves líneas sus comentarios.
Los españoles, jóvenes y no tan jóvenes, que
salen de su país a trabajar en estos momentos lo hacen debido a la conjunción
de una crisis brutal y un modelo de desarrollo económico parasitario e impuesto
por las elites política y económica españolas, a los que ahora se une una
gestión cobarde de un Gobierno que solo obedece a los intereses de los
capitales financieros y económicos que crearon la crisis, mientras asiste
impasible al empobrecimiento constante de millones de españoles.
Cuando usted considera “desvirtuados los
discursos que sostienen que la salida de trabajadores cualificados españoles
está estricta y únicamente vinculada a la situación de crisis” es que usted no
conoce la realidad de muchos españoles que se intentan ganar la vida en el
extranjero trabajando de lo que sea y reproduciendo los mismos dramas que se
puede estar sufriendo en España.
A las historias positivas de aquellos que
encuentran trabajo, se suman las historias de madres y padres que dejan a sus
hijos en casa, de españoles que acaban durmiendo en sus coches o en lugares de
acogida al no encontrar trabajo y acabar con los ahorros que trajeron, que no dominan el idioma pero pese a todo no les queda otra opción que salir,
historias de fracasos y de vueltas a casa con una situación mucho peor a la que
se tenia antes de partir. Las empresas de trabajo temporal en muchas ciudades
europeas están saturadas de curriculums de españoles, los billetes en muchos
casos son solo de ida. La lejanía del hogar, el desarraigo, la presión que
supone saber que tus ahorros van menguando, mientras en casa están esperando
que llames para decir que ya tienes trabajo, el racismo que en algunos casos se
puede llegar a sufrir. Aquí no hay nada de romanticismo y espíritu aventurero.
Las redes de solidaridad, al igual que ocurrió
con la generación del exilio o la migración económica de los sesenta, se
reproducen, ahora en forma de redes informales basadas en muchos casos en
Internet, pero no son suficiente. La necesidad de tener un Gobierno que apoye a
los ciudadanos que salen al exterior a buscarse una vida que se les niega en su
país se enfrenta a una realidad bastante diferente. El Gobierno al que usted
pertenece ha reducido en 60 por ciento las ayudas económicas destinadas a
asociaciones y fundaciones que prestan asistencia social y médica a emigrantes
españoles con escasos recursos en el extranjero, ha reducido en un 14,5%
el presupuesto de la Dirección General de Emigración o ha sufrido la
vergüenza de ver como el Presidente del Consejo General de la Ciudadanía
Española en el Exterior afirma "Las
leyes son como las mujeres. Están para violarlas".
No tenemos nada que objetar a que personas
como usted hayan tenido la posibilidad de cursar estudios de
postgrado en Nueva York. No vamos a entrar a discutir el que usted haya trabajado
como responsable jurídico en una Fundación que desvió
fondos de cooperación hacia fondos de inversión y cuyo presidente cargaba
fondos de la misma para pagar el alquiler
de un piso de lujo u otros gastos personales, o que fuera investigada esa Fundación por
la oficina
antifraude de la UE por manipulación de facturas. Ni tampoco vamos a entrar
a discutir que el Ministerio de Empleo al que usted pertenece gaste 3.700 euros
al mes en que altos
cargos coman los viernes.
Pero al menos lo que le exigimos es un poco de
respeto hacia los muchos miles ya, de españolas y españoles honrados que no
hemos salido de nuestro país para ver como sopla el viento en otros sitios o
vivir una experiencia enriquecedora y volver cuando nos cansemos. Salimos de
nuestro país forzados y con pena porque no tenemos en que ganarnos la vida ya
tengamos formación básica o superior.
Esperamos que retire los comentarios que ha
vertido recientemente y la próxima vez que hable de los españoles en el
extranjero se informe con más rigor.
No salimos de aventuras, somos españoles
honrados y tenemos dignidad.
Enviamos copia de este escrito a los gabinetes
de la Secretaria General de Inmigración, de la Ministra de Empleo y Seguridad
Social, así como a los grupos políticos con representación parlamentaria.